Espada medieval, Francia S.XIV

Reproducción de espada, fabricada en metal.

La cruz y el pomo de la espada llevan una inscripción en latín vulgar que significa: “Custodiada por un dragón que no duerme, en nombre de la verdad”.

La espada era generalmente el arma preferida de los caballeros medievales para el combate. A sus propietarios les gustaba personalizarla - algunas incluso recibían nombres-, y era considerada tanto arma, como símbolo -la hoja y la empuñadura tienen forma de cruz-.

La espada más común era la denominada espada bastarda o "de mano y media", recta y con doble filo, cuyo largo oscilaba entre 100 y 120 cm, y pesaba entre 1200 y 2000 gramos, lo que permitía un manejo ágil en el campo de batalla.

Otras espadas más grandes eran las denominadas espada larga (longsword), montante, mandoble o espadón, que podían llegar a medir dos metros o más y pesar hasta cuatro kilos. Estaban diseñadas para ser utilizadas con las dos manos y la contundencia de sus golpes provocaba terribles daños, si bien su uso y transporte resultaban complicados y las hacían poco manejables.

La Edad Media es el período histórico de la civilización occidental, comprendido entre el siglo V y el XV. Convencionalmente, su inicio se sitúa en el año 476, con la caída del Imperio romano de Occidente, y su fin en 1492, con el descubrimiento de América. La espada fue el arma más personal en este periodo, la más prestigiosa y la más versátil en el combate cuerpo a cuerpo.

Los caballeros medievales fueron personajes de gran importancia durante esta época. En sus prácticas de armas se incluían las habilidades en el manejo de la espada con ambas manos, del hacha, la maza, la daga y la lanza. De un caballero se esperaba que fuera un guardia del castillo y un apoyo para su señor feudal en las guerras.

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